Sergio Mora
(ZENIT Noticias / Roma, 18.05.2025).- El Jubileo de las cofradías que transportó y emocionó a los pasantes que pudieron verlas desfilar por la Ciudad Eterna, inició el viernes 16 de mayo y se prolongó hasta la misa dominical de inicio de pontificado de León XIV, es decir, al 18 de mayo.
Como parte del Jubileo de la esperanza de este año 2025, Roma vio llegar a más de cien mil fieles de varios países del mundo, en particular del sur de España.
Más allá de las diversas actividades culturales que se realizaron en esos tres días, como la exposición de algunas andas en la basílica de San Pedro, se registró el paso de estos peregrinos por la Puerta Santa, para obtener las indulgencias propias de este año jubilar, muchos de ellos con sus vestidos típicos de las respectivas cofradías o como penitentes, lo que llamaba la atención no solo de otros peregrinos y turistas, sino también de los mismos romanos.
La parte más sentida de este jubileo fue la Gran Procesión: inició a los pies del Coliseo, donde las cofradías cargaban sus andas o “pasos”, entre ellas las andaluzas de la Virgen de la Esperanza, de Málaga; o el Cristo de la Expiración, llamado “El Cachorro”, de Sevilla.
También estaba el anda del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, de León; la Hermandad del Santísimo Sacramento de Mafra (Portugal), y las Cofradías italianas de María Santísima de los Dolores de Enna, de San Giovanni Battista dei Genovesi, y muchas otras, todas fundadas e tiempos muy antiguos.
Con paso solemne y el acompañamiento de bandas o percusiones, con el humo del incienso y las velas encendidas, las andas fueron por la vía de San Gregorio hasta llegar al Circo Máximo -lugar de martirio de tantos cristianos- donde confluyó otro cortejo procedente de las “Terme di Caracalla”, reafirmando así el rol y la importancia que tiene la piedad popular dentro de la Iglesia Católica.
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