Francesco Guaraldi
(ZENIT Noticias / Belén, Palestina, 22.09.2025).- Por primera vez en la historia moderna, los tubos de un órgano medieval han emitido su voz auténtica, tras casi ochocientos años de silencio. Esto ocurrió en Jerusalén, donde el musicólogo español David Catalunya, del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), interpretó el canto litúrgico del siglo XI «Benedicamus Domino Flos filius» utilizando los tubos originales del Órgano de Belén.
Este descubrimiento excepcional marca un punto de inflexión en los estudios de organología europeos y devuelve al mundo un patrimonio sonoro que se creía perdido.
Un descubrimiento comparable a una «Pompeya musical»
El proyecto, fruto de una colaboración internacional entre el ICCMU, el Museo Terra Sancta y la Custodia de Tierra Santa, se centra en el órgano oculto bajo la Basílica de la Natividad. Los frailes franciscanos preservaron su memoria durante siglos, hasta 1906, cuando, durante las excavaciones cerca del cementerio católico, se descubrieron 222 tubos de bronce, un carillón con 13 campanas y otros objetos litúrgicos. Sin embargo, durante décadas, el hallazgo permaneció al margen de la investigación académica. Solo Catalunya, entonces investigador en Oxford, logró devolver el órgano a la palestra, convirtiéndolo en el núcleo de un ambicioso proyecto científico y musical.
Una voz auténtica de la Edad Media
Los análisis han demostrado que algunos de los tubos, fabricados hace más de mil años, siguen funcionando perfectamente. Esto ha permitido recrear una experiencia sonora única: escuchar hoy el mismo timbre que acompañaba las liturgias de las Cruzadas en la Basílica de la Natividad.
«Este órgano fue enterrado con la esperanza de que algún día volviera a sonar», explicó Catalunya. «Hoy, su voz olvidada se escucha de nuevo, no solo como objeto de estudio, sino como una experiencia viva que une arte, historia y emoción».
Un proyecto internacional
La presentación oficial, celebrada en el Convento de San Salvador de Jerusalén, contó con la presencia de investigadores y representantes de las instituciones implicadas. Según Álvaro Torrente, director del ICCMU: «El Órgano de Belén es como un dinosaurio viviente: algo que parecía imposible de repente se hace realidad ante nuestros ojos y oídos».
El proyecto, apoyado por la Fundación BBVA a través de las becas Leonardo 2025, combina musicología, arqueología sonora y tecnología avanzada, con el objetivo final de reconstruir fielmente el instrumento completo.
El futuro en el Museo Terra Sancta
El órgano pasará a formar parte del Museo Terra Sancta de Arte e Historia, en la sala del claustro musical, actualmente en construcción en Jerusalén. El museo, promovido por la Custodia de Tierra Santa con el apoyo del gobierno y el consulado belgas, busca valorizar el patrimonio cristiano como puente cultural entre pueblos y religiones.
«Los resultados de este proyecto enriquecerán la disposición del futuro claustro musical, ofreciendo a los visitantes una experiencia única de historia y cultura», declaró el hermano Stéphane Milovitch, presidente del consejo de administración del museo.
Publicado originalmente por la Custodia de Tierra Santa.
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