(ZENIT Noticias / Glasgow, 29.09.2025).- Rose Docherty, una abuela de 75 años, ha sido arrestada por segunda vez y acusada penalmente por sostener un cartel a menos de 200 metros del Hospital Universitario Queen Elizabeth que decía: “La coacción es un delito, aquí para hablar, sólo si quieres”.

En Escocia, existen “zonas de amortiguación” a 200 metros de cada hospital, lo que prohíbe el acoso, la intimidación y la “influencia” de cualquier persona que intente acceder a servicios de aborto.

A pesar de haber permanecido en silencio ofreciendo una conversación consensuada y no haberse acercado a ninguna persona, Docherty ha sido acusado de violar la «zona de amortiguación».

En reacción a su arresto, Rose Docherty dijo: “Todos tienen derecho a conversar consensualmente. Sostuve mi cartel con amor y compasión, invitando a cualquiera que quisiera conversar, y permanecí en paz, sin acercarme a nadie. No deberían tratarme como un delincuente por invitar a la gente a charlar conmigo, por escucharme atentamente. Conversar no está prohibido en las calles de Glasgow. Y, sin embargo, esta es la segunda vez que me arrestan por hacer precisamente eso”.

En agosto, las autoridades escocesas retiraron su caso contra Docherty por sostener el mismo cartel en el mismo lugar después de una protesta mundial por el arresto de la abuela de 75 años, incluidas las preocupaciones planteadas en una  

Tras su arresto esta semana, Docherty permaneció detenida durante varias horas. Le negaron una silla en su celda, a pesar de haber informado que se había sometido a un doble reemplazo de cadera.

Docherty ha sido acusada y puesta en libertad bajo fianza. Las estrictas condiciones de la fianza le impiden asistir a un área delimitada más amplia que la «zona de contención» inicial, una medida que el equipo legal de ADF International califica de «desproporcionada».

El asesor legal de ADF International, Lorcan Price, comentó: “Es profundamente preocupante que los recursos de la policía escocesa se estén destinando a detener y procesar a una abuela pacífica que se ofrece a hablar con la gente en público, en lugar de centrarse en los problemas causados ​​por el crimen real en Glasgow. Este no es un caso de acoso, intimidación ni protesta violenta; se trata simplemente de una abuela que sostenía un cartel ofreciendo hablar con cualquiera que quisiera participar”.

La arquitecta de la ley, la diputada Gillian Mackay,  

El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, destacó esta ley como un asunto especialmente preocupante en su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich en febrero de este año.

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