(ZENIT Noticias / Castelgandolfo, 07.10.2025).- Al atardecer sobre Castel Gandolfo, el Papa León XIV se detuvo a las puertas de Villa Barberini para hablar brevemente con la prensa, un momento inesperado. El día del anuncio de su primer viaje apostólico a Turquía y Líbano, el Papa centró su atención en Oriente Medio, recordando con visible emoción los ataques de Hamás en Israel hace dos años y el devastador balance de la subsiguiente guerra en Gaza.
“Han sido dos años de profundo sufrimiento”, dijo, con un tono reflexivo e insistente a la vez. “En ese ataque terrorista, 1.200 personas murieron. Desde entonces, alrededor de 67.000 palestinos han perdido la vida. Debemos reflexionar sobre cuánto odio hay en el mundo y preguntarnos qué podemos hacer. Necesitamos disminuir el odio, recuperar nuestra capacidad de diálogo, buscar caminos de paz”.
No era la primera vez que el Papa León XIV hablaba sobre la crisis de Oriente Medio, pero sus palabras transmitían una renovada urgencia. Sin dudarlo, condenó el terrorismo y el resurgimiento del antisemitismo, calificándolos de «expresiones de la misma ceguera moral». «No podemos tolerar a los grupos que propagan el terror», continuó. «El odio no tiene justificación en ninguna fe o ideología. Y el antisemitismo, ya sea creciente o latente, debe ser rechazado siempre. El Evangelio nos llama a la paz, y la paz comienza con el respeto a la dignidad de cada persona».
Los comentarios del Papa se produjeron tras la polémica suscitada por la embajada de Israel ante la Santa Sede, que había criticado la reciente entrevista del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, por socavar los esfuerzos de paz. Al ser preguntado directamente al respecto, León XIV defendió sin titubeos a su jefe diplomático: «El cardenal expresó muy claramente la postura de la Santa Sede», dijo.
The recent interview with Cardinal Parolin, though surely well-intentioned, risks undermining efforts to both end the war in Gaza and counter rising antisemitism. It focuses on criticizing Israel while overlooking Hamas’ continued refusal to release hostages or stop the…
— Israel in HolySee (@IsraelinHolySee)
La conversación pronto giró hacia su próxima peregrinación a Oriente Medio, una región que el Papa describió como «una encrucijada de heridas y esperanza». El viaje, previsto del 27 de noviembre al 2 de diciembre, incluirá paradas en Turquía y Líbano, lo que conlleva un doble significado. Turquía conmemorará el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, un hito que, según el Papa, “recuerda a los cristianos que la unidad en la fe no es una reliquia del pasado, sino una tarea para el futuro”.
“Es un viaje que el Papa Francisco anhelaba desde hace mucho tiempo”, explicó. “Para todos los cristianos, será un momento de auténtica unidad en la fe. Recordamos el Concilio de Nicea no para detenernos en el pasado, sino para mirar hacia adelante, hacia lo que el Espíritu nos pide hoy”.
El Líbano, la segunda parada del viaje, tendrá un marcado tono pastoral. Desde la catastrófica explosión del puerto de Beirut en 2020, el país se ha enfrentado al colapso económico y la desesperación social. El Papa León XIV dijo que espera llevar “un mensaje de paz y esperanza” a un pueblo “que ha sufrido inmensamente”. Añadió: “El Papa Francisco también quiso abrazar al pueblo libanés después de esa tragedia. Iremos allí para llevar ese mismo abrazo, para recordarles que la Iglesia no los ha olvidado”. Antes de partir hacia Roma, donde tenía previsto reunirse con un grupo de peregrinos croatas esa misma tarde, el Papa invitó a todos los creyentes a dedicar este mes a la oración por la paz. «La Iglesia», dijo, «debe seguir orando y promoviendo el diálogo por todos los medios posibles. El llamado del Señor a la paz no es una idea abstracta; es una misión que debemos vivir».
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